Las tierras del Paraná, Uruguay y Tapé, base geográfica de Misiones, cuya posesión tomaron Gaboto y Núñez Cabeza de Vaca, fueron conquistadas, pobladas y defendidas a partir de 1609 por los Jesuitas, en cuyo seno crearon el régimen doctrinal guaranÃ-tapé, que configuró la provincia cristiana, integrada por treinta pueblos conocidos. Antes de ser alejados los misioneros , en estas reducciones se nuclearon miles de aborÃgenes quienes se dedicaron con éxito a la agricultura y la ganaderÃa, bajo la dirección de los jesuÃtas. Asimismo se dedicaron a las artes y artesanÃas, cabe destacar que se imprimió un libro por primera vez en esta parte de América realizado por una imprenta construÃda por lo aborÃgenes, con tipos y planchas con nuevos signos fonéticos de su invención.
Los Jesuitas
Las misiones o reducciones se desarrollaron en el nor oriente del paÃs, y se extendieron a regiones que hoy pertenecen a Paraguay, Uruguay y Brasil. El jesuita actuó desde finales del siglo XVI y mediados del siglo XVIII. La primera misión se fundó en 1609. Llegaron a ocupar 300.000 Km2 donde habÃa 30 pueblos o doctrinas de garantÃas donde vivÃan 50.000 aborÃgenes. Estaban exentos de pagar impuestos, por eso vivÃan sin necesidad de sobrecargar de trabajo. Las crónicas de la época elogiaban la armonÃa de la misión. El trabajo se llevó a cabo con alegrÃa y reinó un espÃritu de comunión entre los indÃgenas que aprendieron una variedad de oficios y artes, destacándose las tallas en madera que aún hoy causan asombro por su intensidad espiritual. Hacia 1630, comenzaron los primeros ataques bandeirantes. Eran cazadores de esclavos y destruyeron 13 pueblos en los años siguientes. En 1643 se autorizó a las misiones a formar ejércitos para su defensa. En 1648, la Corona abolió la excusa de los tributos que habÃa sido la base de su desarrollo. La epidemia, los problemas polÃticos y los desacuerdos con los jesuitas que gobernaban Paraguay, provocaron la declinación de las misiones hacia 1730. En Europa habÃa una creciente desconfianza hacia la CompañÃa de Jesús y habÃa rumores según los cuales los jesuitas eran enemigos de la Corona. En 1758 fueron expulsados ​​de Portugal, en 1764 de Francia y en 1767 Carlos III los expulsó de España y del Imperio. Las misiones fueron saqueadas y sus habitantes capturados como esclavos. Cuando fueron expulsados, los jesuitas realizaron inventarios que muestran en detalle los equipamientos de los templos testimoniando el esplendor barroco de la cultura cristiano-guaranÃ. La descripción de ese patrimonio es muy extensa. No fue comprado con la explotación de minas preciosas ni fue producido por tribus no esclavizadas, sino por un pueblo salvaje que fue gobernado con sabidurÃa y que asimiló el aporte europeo a su propia cultura.
La expulsión de los jesuitas dejó a los cristianos-guaranÃes en una situación de orfanato. Su ruina definitiva llegó medio siglo después cuando fueron diezmadas, y destruido su patrimonio, arquitectura y orden social.
El dominio español
Luego de la expulsión de los Jesuitas, en 1768, fue creada la provincia Colonial de Misiones, con una división en departamentos y un cargo de gobernador. La capital fue establecida en Candelaria. En 1776, cuando se creó el Virreinato del RÃo de la Plata, para preservar la unidad polÃtica de las posesiones españolas, se dispuso que Misiones dependiera de la Intendencia de Buenos Aires. En los periodos 1768-1810 fueron gobernadores Riva Herrera, Zavala, Soria, Liniers, Velazco y Rocamora. La provincia prestó ayuda a la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas.
La revolución de mayo
En 1810, Tomás de Rocamora, quien fuera gobernador de Misiones adhirió a la Revolución de Mayo dando su apoyo a la Primera Junta. Ese mismo año, Manuel Belgrano dictó desde su campamento de Tacuarà el Reglamento Provisional, considerado el primer ensayo constitucional argentino, por el cual reconocÃa a todos los naturales de la provincia de Misiones sus derechos de libertad personal, seguridad, trabajo y propiedad.
Aprovechando que las tropas misioneras se hallaban en el frente de guerra con Brasil, Corrientes invadió Misiones apoderándose de sus pueblos, bienes y hacienda en 1827. Privada del ejercicio de sus derechos fundamentales durante los setenta años que dura esta situación, Misiones acreditó sin embargo nuevos tÃtulos y aptitudes para integrar el cuadro federal argentino, alcanzando notoria madurez cÃvica y creciente progreso general.
Epoca actual
En 1881, el Congreso de la Nación sancionó la Ley de Federalización de Misiones, fijando sus lÃmites y designando a Corpus ciudad capital. El Coronel Rudesindo Roca, a cargo de la gobernación, propuso que la capital fuera Posadas, cedida por la provincia de Corrientes. En 1884 se promulgó la ley nacional que incorporó a Posadas como ciudad capital de Misiones. Ese mismo año se dictó la Ley Orgánica de los Territorios Nacionales, instrumento básico para la organización legal de las provincias dependientes del Gobierno Nacional. El 10 de Diciembre de 1953 se dispuso la provincialización del Territorio Nacional de Misiones. En 1958 fue sancionada la Constitución Provincial.