De hecho una isla, pues lo rodean los ríos Reconquista, Tigre y Luján. En las últimas décadas, los deportes náuticos y la actividad de fin de semana en toda estación imprimieron nuevo movimiento al Delta.
Cruzando el puente Salas sobre el río Tigre, se accede a la isla de Tigre; a la izquierda está oculta por los árboles que la rodean la Villa Venecia , construida a fines del siglo XIX, con amarradero propio, cuyos interiores se encuentran revestidos en madera a la manera veneciana. Se visita con permiso de sus dueños. A la derecha, bien conservada y transformada en colegio privado, la casa Lavalle, de mitad del siglo XIX, originalmente residencia veraniega de esa familia.
Continuar a la derecha por Lavalle, que bordea el río entre sauces llorones que tocan el agua cuando .la marea hace subir el río. Se observan, en la otra margen, importantes guarderías, o depósitos, de lanchas y embarcaciones de medias a pequeñas. A la izquierda está el club de remo L'Avirón, de miembros de la comunidad franco-argentina.
En la esquina de Lavalle y Av. San Martín hay un bello boulevard con magníficas palmeras y se inicia el paseo peatonal, para los que llegan en tren a omnibus. AI frente, cruzando el río, la moderna Estación Fluvial que está comunicada con la estación del ferrocarril por un puente peatonal.
En Lavalle y Av. San Martín está la casa Cobo, hoy muy deteriorada; construida a principios de siglo, conserva su estilo a imponente presencia.
Junto al río verá las sedes de los principales clubes de remo de Buenos Aires, agrupados muchos de ellos por la nacionalidad de sus fundadores. En la margen opuesta se encuentra el imponente perfil del Buenos Aires Rowing Club, el más antiguo club de remo en la Argentina , fundado en 1873, aunque su asentamiento en Tigre es posterior. Destaca la torre, con sobrio y ecléctico perfil victoriano.
También en la margen opuesta, algo oculto por la arboleda, descubrirá la silueta del elegante palacio veneciano sede del Club Canottieri Italiani.
Continuando el recorrido por Lavalle pasará junto al muelle y la estación fluvial de empresas que hacen recorridos al Delta en modernos catamaranes. Continuando, verá las modernas instalaciones del club de remo Nahuel, que ocultan la que fue casa de verano de la familia Urquiza, le siguen el Club de Regatas América y el Club Suizo. Las estrechas vías metálicas que cruzan la calle hacia el río guían los carros que llevan los botes al agua. AI llegar a la desembocadura sobre el río Luján, en el edificio donde hoy se encuentra la Prefectura Naval , se hallaba la sede del club Teutonia de la colectividad alemana, otra institución centenaria, hoy trasladada a Villa La Ñata, aguas arriba del Luján. El circuito continúa por el Paseo Victorica.
En la ribera opuesta del Luján admire el espléndido edificio del club de regatas La Marina.
Sobre el Paseo Victorica encontrará otros clubes de remo, destacando especialmente el Rowing Club Argentino, bello edificio de aire isabelino donde, en su armónica fachada, el ladrillo se combina con la decoración de tirantes de madera sobre paredes blancas. Es éste el primer club cuyo asentamiento original estuvo en Tigre. Continúe por la misma calle hasta la próxima cuadra, donde encontrará el Museo Naval de la Armada Argentina.
En un claro de la espesa arboleda, sobre la margen opuesta del río Luján, se ve la elegante ex Residencia Bullrich, de ladrillo visto a imagen pintoresquista de principios de siglo, hoy sede de un club sindical. Matizan el paisaje sobre el río grandes cascos de embarcaciones abandonados y el perfil de algún astillero. Llegando al extremo de este paseo costanero encontrará el antiguo Tigre Hotel queen la actualidad es el Centro Cultural.
El Paseo Victorica termina junto a la desembocadura del río Reconquista, el antiguo río de Las Conchas. Seguir a la izquierda por Av. Liniers (es el comienzo del Tigre Histórico) la cual bordea el Reconquista, con vistas a encantadores rincones y jardines sobre la orilla.
Las sucesivas inundaciones y la labor humana transformaron este ancho río en un angosto arroyo, quedando lejos los tiempos en que el principal puerto comercial se hallaba en sus riberas. Hoy, con su reducida escala, presta un aire de intimidad a los pequeños fondeaderos, embarcaderos, guarderías y viviendas que observará en los varios tramos de recorrido.
La Av. Liniers , con denso y alto follaje, en toda su extensión hace posible este paseo hasta en los más cálidos días de verano.
Pasando calle Maipú, la Quinta Calzadilla , hoy muy modificada por arreglos posteriores, es una construcción de madera y ladrillo que data de 1856. Fue residencia del escritor Santiago Calzadilla, a cuya esposa pintó Prilidiano Pueyrredón mostrando como fondo del cuadro una vista del entonces amplio río (la obra se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes).
Una cuadra más adelante, a la izquierda, visite el Museo de la Reconquista. Cruzando la calle está la arbolada plaza Cazón, casi un pequeño parque ribereño entre la avenida y el río, donde un monolito conmemora el sitio exacto del desembarco de las tropas de Liniers. Recuérdese que este río era entonces mucho más ancho y aceptaba navíos de mayor calado. La ribera del arroyo, con vegetación cerrada y exuberante y sauces que llegan al borde del agua, ofrece una hermosa perspectiva. Sobre la curva del arroyo, desde el pequeño puente peatonal de madera, podrá obtener más vistas de este encantador rincón. Sigue luego la Quinta Astengo.
Luego, en esquina de Liniers y Av. San Martín termina el paseo peatonal. Volver por la avenida de palmeras hasta el puente sobre el Tigre y la estación de ferrocarril.
Tres cuadras más adelante por Liniers, a su izquierda, en un moderno edificio, el Museo de la Prefectura Naval Argentina, con exhibición del material y elementos que hicieron la historia y usos de esta institución. En la cuadra siguiente, a la izquierda, encontrará la Casa Peró. Avanzando dos cuadras por Liniers podrá visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada Concep ción que ocupa el solar donde se estableció la primera capilla en 1770. Diez años antes, sobre la misma calle, los padres franciscanos habían levantado la capilla de Santa María de las Conchas. Hubo varias reconstrucciones hasta a que, a fines del siglo pasado, se levantaron la iglesia y la casa parroquial en estilo neo-gótico, en boga en ese momento. En 1945 se procedió a despojar a la iglesia de todo ornamento arquitectónico, para devolverle el carácter original, el cual mantiene hoy en día. En la cuadra siguiente, pasando la plaza, esquina con Esmeralda, la Casa Sagastume. Continué caminando, doble a la derecha por esta corta calle y llegará a otro pequeño rincón sobre el río Reconquista (cuya Costa está hoy bastante alejada de la vieja aduana) donde estaba el principal fondeadero en el siglo XVIII. Un pequeño puente peatonal permite llegar hasta la otra orilla. Nuevamente en vehículo, rodee la plaza y siga por calle Estrada. En la esquina con 25 de Mayo conozca la igualmente antigua Casa Rebagliatti. Para terminar el recorrido, siga por 25 de Mayo para volver al Acceso Norte. |